En NSL también nos hemos enterado de que hay crisis, aunque apenas hayamos hablado sobre ella. Sin ir más lejos, ya no podemos pagar a nuestro equipo de redactores. Vale, nunca lo hicimos. Vale, el equipo entero soy yo.
Me comentaban un par de amigos que, en estos tiempos turbulentos, hay que ser creativo y buscar nuevas formas de ponderar el estado de la sociedad. Ellos proponían una nueva métrica que permitirá evaluar cómo de grave está siendo la crisis y su evolución de un modo prácticamente inequívoco y que apunta hacia la cúspide de los problemas, hacia los estratos más seguros de la sociedad: número de ejecutivos suicidados.
Tal vez sea políticamente incorrecto, pero estaría bueno que fueran los ejecutivos los únicos que se libraran de convertirse en números con los que hacer demagogia y especulaciones varias durante ésta nuestra crisis. Sin duda, oír cómo aumentan los hurtos menores o el paro, nos da una idea de lo mal que están las cosas para la gente de a pie. Pero oír cómo se suicidan los ejecutivos, nos da una idea de lo mal que están las cosas para las empresas. Aunque las connotaciones emocionales del índice en cuestión sean inevitables [y dispares], es innegable que es un número a monitorizar en los próximos tiempos.
El crédito de la idea es de Alex, uno de mis editores en funciones que, por cierto, está empezando a trabajar en un blog sobre economía, finanzas y demás, con un enfoque didáctico. Os recomiendo que le echéis un vistazo.
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