Sobre todo, cambios de lugar. Lo que antes se hacía allí, ahora se hace aquí. Te das cuenta de que "allí" y "aquí" empiezan a intercambiar sus significados. Y te preguntas a cuál de los dos perteneces tú. Te gusta creer que, aunque estés "aquí", siempre serás más de "allí", y llevas esa idea por bandera de un sitio para el otro. Te hace sentir especial, te hace sentir parte de ambas caras...
...cambios de caras. Algunas nuevas que se cruzan, otras viejas que se alejan. La confusión en este punto surge de qué es viejo y qué es nuevo. Algunos rostros se hacen eternos en cuestión de horas, mientras otros son desconocidos hasta el acto final. Pero todas rotan por igual, se alternan en intensidad, en tiempo y en roles...
...cambios de roles. Lo que hacías y no haces, lo que haces y no querías hacer. Y, lo que es peor, lo que hacías, sin saber que lo querías. Y ver que, pese a los cambios, sigue siendo lo mismo, nada acaba de ser lo que querías hacer, salvo, acaso, algo que has hecho ya.
Y tantos cambios, tantos giros, siempre tan lentos y disimulados, que no sé por cuáles he pasado y cuáles me aguardan todavía... ¿Cambiamos de tema?
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