Pero fue alrededor de las siete y veintisiete cuando conseguí coger un metro en la parada de Santiago Bernabéu. Y ni siquiera era el metro que tenía que coger. Es por cosas como ésta que huyo de Madrid siempre que puedo, vi cómo tres trenes paraban en el andén llenos de gente, una o dos personas salían por cada puerta abriéndose paso a codazos y cinco o seis entraban donde parecía que no cabía nadie más, haciéndose hueco a codazos. ¿La gente no se asfixia al enlatarse de esa manera? No quise descubrirlo, así que decidí [astuto que es uno] coger el metro en dirección contraria y montarme un par de paradas más atrás, donde estaría más vacío. Al final, Murphy estuvo presente en mi maniobra y cuando volví a pasar por Santiago Bernabéu el metro iba semivacío y casi nadie lo esperaba en la parada: como no podía ser de otra manera, mi vuelta fue inútil.
Total, que me paso la vida quejándome de que nunca salgo a mi hora del trabajo y, cuando por fin ocurre, pierdo casi una hora en un trayecto de unos veintisiete minutos [de hecho, según la página del metro se tarda menos de diez]. Bien por mí, bien por el metro... Al menos cuando salí a la superficie seguía viéndose un sol radiante. Sol, luz, La Luz de la Mañana, Facto Delafé... compro un cómic y me voy al FNAC de Callao.
Vuelvo a casa bastante tarde y bastante cargado de bolsas. Soy un desastre.
Y me dedico a las labores del hogar, es lo que tiene estar solo en casa, ya no se puede delegar. Pongo el disco que acabo de comprar en el ordenador y sigo a lo mío.
NSL Recomienda: Facto Delafé y las Flores Azules
La Luz de la Mañana recuerda mucho al Monstruo de las Ramblas en algunos momentos. En otros tiene mucha más luz, una energía mucho más positiva. Y tiene esas cosas que hacen que Facto Delafé sean diferentes, ya no sólo porque la música que hacen es diferente y difícil de catalogar, sino también por su forma de contar trivialidades [me encanta que me hablen de cosas anodinas, es más, me encanta hasta la palabra anodino].El último tema del disco, Poquito a Poco, es una dedicatoria musical, se hace tremendamente extraño, pero [a mí] me parece una idea bonia. Y al final, cuando el disco poquito a poco va terminando, sonrío. Y es que si me lo piden así, sonrío. Aunque sea como un idiota, mientras plancho y observo cómo mi mano se vuelve cada vez más roja y dolorosa [torpe que es uno]. Da igual: si me lo piden así, sonrío.
El Indio, primer y genial single de La Luz de la Mañana
[Me he dejado el iPod en casa, pero estoy tarareando de continuo...]
~/Iván Ferreiro/~/Toda la Verdad/~
2 comentarios:
Lo cierto es qué madrid tendra muchas cosas negativas, pero el metro es uno de los encantos qué te puede ofrcer una gran ciudad: te facilita el llegar al otro extremo situado a una burrada de kilómetros en custion de unos pocos minutos. Los inconvenientes como tu dices están claros, los 10 minutos iniciales se multiplican por 5 en horas punta a causa de las masificaciones de gente y el consiguiente olor a humanidad. Probando el iPod touch.... Útil aunque lento para escribir mucho
si es que no se puede luchar contra murphy... hombre sabio donde los haya. Buena semana!
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