TeleBasura

Llevo dos semanas aplicando uno de esos conceptos que el tiempo te acaba inculcando como algo bueno: desintoxicación de junio. Es una idea que se deduce de otra de esas teorías globales en las que uno cree: todo en esta vida debe tener ciclos [coming soon: Mundo Bipolar, la entrada que llevo meses amenazando con publicar], y salir de fiesta no es una excepción. Hasta el pasado febrero, dos o tres ciclos de parón venían impuestos por los exámenes, pero los exámenes se acabaron para mí (cool), con lo que los ciclos se han reformado en uno único y largo de salidas continuadas. Y eso es malo, atenta contra la estabilidad del Mundo Bipolar. El ver cómo la vida nocturna de Pucela se diezma en estos tiempos no tan grises me ha ayudado a tomar la decisión de forzar yo mismo el parón de junio, así que llevo dos semanas sin salir a saco y pretendo que sean al menos tres.

¿Por qué es bueno no salir durante unas pocas semanas seguidas en Junio?

Para todos aquellos que penséis que lo que digo no tiene ningún sentido, voy a listaros algunas de las razones por las que dejar de salir una temporada es bueno, y más aún en junio. [Prometo que estas líneas no son ningún extraño intento de control mental: que dejéis de salir no es uno de los pasos de mi complejo plan para la dominación mundial]

  • El verano es caro: siempre intentamos ir a mil sitios entre julio y agosto, además luego vienen las fiestas de Pucela (para las gentes que me lean desde otro sitio, cambiad en vuestra mente “Pucela” por el nombre de vuestra ciudad o del pueblo de vuestr@ abuel@, que seguro que tiene fiestas en agosto o septiembre; aprovecho para saludar, por cierto, a mis lectores de Kuala Lumpur). Pasarnos tres semanas en casita o a base de una caña tranquila y a la cama temprano, nos dejará en una situación privilegiada frente a los grandes gastos que tendremos que afrontar en los meses venideros.
  • Nuestro hígado se lo merece. Sé que cuesta acordarse de él porque da la sensación de que ni siente ni padece, pero esta enorme glándula sufre cada vez que llega el fin de semana, vive con miedo... Es justo que le demos un descanso de vez en cuando.
  • Las continuadas dinámicas de salir y hacer el mono por ahí incluyen una alta probabilidad de que un día acabes despertándote pensando “¿por qué tengo la extraña sensación de que ayer la lié?”, y lo peor es que lo más probable sea que la liaras. Cada fin de semana que pasas en casa es un fin de semana en el que esa probabilidad se reduce significativamente (cierto es que nunca podrá ser 0, las matemáticas no mienten). Esto es bueno de por sí, pero también lo es porque nos ayuda a alejarnos de la idea (probablemente acertada) de que somos unos seres en continua decadencia, y eso está bien porque aumenta nuestra autoestima y confianza propia.
  • Atención porque queda la que probablemente sea la razón más importante de todas (además es la única realmente válida para aquellos que salgáis a agüitas o cocacolas): cuando las tres semanas de recogimiento auto-impuesto terminen, volver a salir se presenta como una tremenda novedad con todo el subidón que esto conlleva. Las rutinas se rompen y la ciudad parece distinta. Os aseguro que el siguiente finde va a ser realmente cool. Además, una disposición adecuada del calendario de parón puede hacer que encadenemos un montón de findes cool: primero el finde post-descanso, después San Juan, luego acampada en Corcos, a continuación San Fermín... ¡¡El límite lo pones tú!!

¿Por qué es una mierda no salir durante unas pocas semanas seguidas en Junio?

No voy a decir que el plan sea perfecto, tiene lagunas como todo buen plan que se precie. A continuación voy a adelantarme a vosotros y exponeros los puntos más flojos de mi teoría de desintoxicación en junio.

  • Salir mola. Es un argumento simplista, pero no por ello menos cierto. Nos pasamos muchas semanas en el curro o dónde sea esperando a que llegue el viernes como agua en mayo solamente para poder desconectar de todo durante una noche o dos noches seguidas... ¿De verdad merece la pena perderse eso?
  • Nuestro hígado está acostumbrado a un cierto ritmo y romperlo puede pasar factura. ¿Qué pasará cuando volvamos a salir con todas nuestras ganas ese finde tan cool del post-descanso? Tal vez nuestro organismo se vea afectado por los cambios de ritmo y nos la juegue vilmente, con el significativo aumento de la probabilidad de hacer el canelo y levantarse a la mañana siguiente con fuertes sensaciones de arrepentimiento que esto supone [ver punto 3 del apartado anterior].
  • Las probabilidades de que algo cool pase también se ven afectadas directamente por el hecho de salir o quedarse en casa. ¿Qué esperanzas hay de que una noche se convierta en un hito vital cuando el plan es ver una peli e irse a dormir pronto? Siendo realistas, pocas. Como dijo un gran sabio contemporáneo: todas las cosas buenas ocurren a partir de las 2.
  • Y la que probablemente sea la razón menos significativa, pero con más chicha de todas y que, por tanto, da título a la entrada de hoy: la tele apesta.

Cierto es que ninguna circunstancia nos obliga a ver la tele por el hecho de no salir. Hay muchas otras cosas que hacer un sábado en casa. Como por ejemplo escribir una entrada larguísima sobre lo bueno y lo malo que es descansar de fiestas durante una temporada. [En realidad estoy escribiendo esto en el curro, pero no deja de ser un ejemplo válido] El caso es que la triste realidad es que si estamos en casa, vamos a acabar viendo la tele aunque sea un rato. Probablemente porque haya F1 [increíble que Kubica sólo se rompiera la pierna], o fútbol [maldito minuto 89], o tenis [partidazo de Nadal]. Al final te tragas anuncios, o cambias de canal porque el zapping forma parte de nuestra cultura hipnopédica... Vamos que sea como sea, acabas consumiendo telebasura.

El ejemplo que podéis ver más arriba habla por sí solo. Una señora que quiere confesarle a su hermana que está embarazada de un extraterrestre. ¿Por dónde empiezo? Desde luego si yo estuviera embarazado de un alienígena (el hecho de que yo sea varón no hace que la hipótesis sea más improbable) consideraría que mi hermano debe saberlo, pero ¿contarlo en televisión? ¿Se siente orgullosa? Creo que con este tipo de bombazos va más algo tipo esperar en el salón de su casa con las luces apagadas a que la hermana llegue a casa después de una buena farra en la Pérgola [chiste autóctono]. Seguro que en realidad pretende vender morbosas exclusivas sobre cómo es el sexo con un extraterrestre. Yo lo vi en los Simpsons y no es nada espectacular.

De todos modos, no soy yo el que tiene un bombo verde, es la señora de la foto, con lo que es cierto que hay puntos en los que puede sustentar su teoría de un modo sólido... En el caso de que estuviera embarazada, está claro que tendría que ser de un alienígena. Supongo que no hace falta que explique los dos porqués principales [para todos los que tengáis una mente más pura que la mía y no los encontréis, no dudéis en preguntar]. Sobra decir con todo esto que estoy seguro de que el palito se pondría azul. O verde.

También he mencionado de refilón la publicidad como un componente lamentable de la tele, pero hay que reconocer que aquí hay de todo, sin ir más lejos, este anuncio está en el InformeSobre LoQueMola, un privilegio solamente reservado a lo que de verdad mola:


Así que, mi consejo de hoy es practicar la televisión selectiva. Bueno, está claro que alguien tiene que ver de todo, para poder hacer esos programas de zapping que tanto nos gustan (¿por qué nos gustan tanto?: cultura hipnopédica, seguro), pero yo casi me quedo con las series que me bajo y con youtube, en general. Aunque también habrá que empezar a practicar el youtube selectivo, pero eso es otro cantar.

1 comentarios:

Vito dijo...

Comparto esa teoría al 100% desde hace tiempo. Antes me resultaba más fácil porque cuando llegaba la época de exámenes el descanso era obligatorio. Ahora es más complicado y me cuesta convencer a la gente de que simplemente no me apatece salir, (a ellos no les cuesta tanto convencerme para que salga). Aún así me doy cuenta de que Oviedo (que ya de por sí es una mierda) en Junio es mucho peor y generalmente me vuelvo pronto para casa. Pero bueno, ya está ahí el verano, con todas sus fiestas y demás. Sobre el embarazo extraterrestre no comento porque es un tema muy personal, cada uno lo lleva como puede...