Una de miedo y algo más: The Babadook

No soy un gran fan del cine de terror, principalmente porque me da miedo, qué le voy a hacer. Que además no creo que sea culpa mía, las pelis de miedo se llaman así porque lo dan. Lo que no entiendo es por qué nos metemos de cabeza a ver una historia que está diseñada con la intención de asustarnos o perturbarnos, como si ésas fueran sensaciones agradables… En fin, que el terror no es mi género. Y, sin embargo, “The Babadook” me gustó. ¿Por qué? Os lo cuento.

El bicho es bastante majo para el mal rollo que da

Pero antes, os pongo brevemente en contexto. ¿Qué es “The Babadook”? Se trata de una película australiana de bajo presupuesto (¿indie?) que triunfó en el festival de Sitges el año que se estrenó (2014), pero no tuvo demasiada acogida en taquilla. Yo la descubrí en algún tuit furtivo, y volví a leer sobre ella a cuenta de una extraña confusión de Netflix que llevó al monstruo de la película a convertirse en icono gay.

El concepto de la historia no es nada enrevesado. Una mujer viuda cuida como puede a su hijo, un niño un tanto problemático, que está obsesionado con combatir a sus monstruos imaginarios. Pero la imaginación del niño se empieza a disparar de manera siniestra al leer un extraño y retorcido cuento infantil llamado “El Babadook”. A partir de entonces, madre e hijo entrarán en una espiral obsesiva que os mantendrá acurrucados en el sofá esperando que las escenas nocturnas pasen lo más rápido posible (y, quizás, maldiciéndome por haberos hablado de esta película).

El típico libro simpático de relieves

Igual parece la sinopsis de una película de tantas, para entender lo que tiene de especial hay que verla. O someteros a terribles y violentos spoilers que sé que no queréis. O contároslo de un modo vago y abstracto, que es lo que voy a tratar de hacer. La película tiene dos lecturas. Una es superficial, hecha sobre la literalidad de la historia, que ya es interesante per se gracias al sensacional trabajo de dirección y a las interpretaciones de la pareja protagonista (espectacular Essie Davis y sorprendentemente convincente y maduro Noah Wiseman): te mantiene tenso mientras observas la transformación de los personajes por el influjo del temible Babadook. La otra es una lectura más profunda, realizada a través del simbolismo de la trama: estad en guardia, porque no todo es lo que parece y las piezas irán encajando poco a poco, algunas de forma obvia, otras no tanto (como ese final absurdo que no tiene ningún sentido… salvo que sí lo tiene). Yo me quedo con la segunda lectura, pero sobre todo me quedo con la idea de que lo que estamos viendo pueden ser dos realidades diferentes con idéntico efecto final en los personajes que las viven. Y ambas realidades hablan de la persistencia del dolor, de la culpa, de la maternidad y del origen psicológico del terror.

Así que… vedla. Pero no olvidéis que yo ya os avisé de que da bastante miedo.

No os metáis con Inside Out, copón

¿Habéis visto ya Inside Out (Del Revés) o no? Probablemente, si no la habéis visto, lo mejor sea que no leáis nada de lo que se publique sobre ella, incluido esto, porque se está diciendo mucha tontería.

Yo voy a hablar un poco de lo que realmente trata la peli y de por qué yo me la pasé casi entera llorando (sobre todo la primera vez que la vi). Y, ya después, me voy a meter en por qué está siendo atacada y por qué algunos de estos ataques me parecen tremendamente necios y me indignan.

La clave de Inside Out nos la da el personaje aparentemente protagonista de la historia, Alegría, cuando nos presenta a sus demás compañeros en el cerebro de la niña, que sirve de escenario. Nos cuenta que Miedo sirve para mantenerse a salvo, Asco para evitar cosas que nos puedan envenenar y que Ira tiene un gran sentido de la justicia... cuando llega el turno de presentar a Tristeza, confiesa que no sabe qué hace realmente. No sabe para qué sirve. Y de eso va la película, exactamente de eso.

Inside Out es una maravilla valiente, inteligente y compleja. No es una película para niños, ni superficial, y hay que leerla a varios niveles. Por un lado está el marco contextual que ubica la historia y que no es más que una excusa para crear el conflicto que justifica la trama. Por otro lado está la historia de las dos protagonistas que hacen un viaje por el cerebro de una niña que, en sí, es el componente más orientado a atraer a los más pequeños. Y, en el medio de las dos, se encuentra la historia relevante que surge al enlazar estas dos: cómo funcionan nuestras malditas cabezas y cómo nos enfrentamos a situaciones de conflicto.

Tristeza, a punto de tocar un recuerdo alegre.

Y yo creo, visto lo visto, que hay gente que no ha entendido que eso es lo importante... Veréis, la película recibe dos líneas de críticas (que yo haya leído, al menos), si os parece, os las cuento por separado.

La primera es completamente superficial y bastante sorprendente: Alegría es esbelta y Tristeza es gordita. Claro, alguien lee aquí entre líneas que estar gordo es triste y tal y que cómo puede Pixar vender a nuestros hijos la idea de que tienen que estar esbeltos para ser alegres. Ni siquiera voy a entrar en lo estúpido que es empezar a defender a capa y espada que estar gordo está bien (yo ahora mismo estoy gordo y sé que NO está bien, no por estética, ni porque sea algo triste, sino por pura salud), es que en la peli no podría ser un detalle menos relevante. Para empezar, Tristeza es el personaje más importante y quizás incluso el más carismático de la peli... al final es la protagonista y la heroína y, eh, lo es pese a ser gorda.

Pero no es sólo eso, la anatomía de los personajes es perfectamente lógica sin ponerse a buscar tres pies al gato. Obviamente, pese a molar tanto, Tristeza es fundamentalmente triste, poco entusiasta, poco activa. Alegría no para, es dinámica y energética. Y a los de Pixar se les ha ocurrido la disparatada idea de pintar a alguien dinámico como alguien más esbelto que alguien que (literalmente) se arrastra por el suelo porque no puede caminar de pura tristeza. Además, según me cuentan, Pixar ha argumentado que Tristeza tiene forma de lágrima y Alegría de rayo de luz. A mí eso me parece una chorrada monumental, pero a la vez creo que son unos genios por sacársela de la manga para contrarrestar un ataque tan estúpido.

Ya lo de ver a Alegría hasta guapa me parece que es forzar.

La segunda línea de críticas va en el sentido del machismo. Sí, amigos, resulta que una peli en la que los tres personajes con mayor protagonismo (los únicos con protagonismo real, vaya) son mujeres es machista. Y lo es porque en la casa de la niña el padre trabaja y la madre no. Visto lo visto, ojala Pixar lo hubiera hecho al revés, de verdad, porque despistarte siquiera un instante de las cosas que está contando la película para entretenerte mirando temas que no está tratando en absoluto... es una auténtica pena.

La realidad respecto a esto es que el cisma de la película surge cuando al padre le trasladan en el trabajo y toda la familia se tiene que mudar. Así a ojo, parece una situación que funciona mejor con uno de los dos padres trabajando y el otro no (que no sabemos si realmente la madre trabajaba en su ciudad de origen, eh, que es que en la peli nada de esto es en absoluto relevante, lo relevante es que se mudan). Y sí, puestos a hacer una peli valiente, habría estado perfecto que aquí también rompieran con las dinámicas habituales y pusieran a la madre a trabajar y al padre a cuidar de la casa. Pero, copón, que es que de verdad no es un punto de debate en la historia, que no hay una lectura de "el padre currando y la mujer a casa, como debe ser". Quizás la decisión de usar esta estructura familiar vaya más ligada a buscar un reflejo cultural que acerque la película a una parte del público que se pueda ver reflejada en esa misma situación, quizás buscaran crear lugares comunes para esa parte del público más adulto. O quizás lo echaron a suertes y salió que el que trabajaba era el padre. O quizás sí, quizás sea porque Pixar está luchando activamente para que prevalezca la hegemonía del patriarcado... pero de ser así, ¿por qué no usaron a un niño de protagonista? ¿Por qué todos los personajes masculinos se utilizan como elementos cómicos? O lo que es más... ¿por qué narices hicieron Brave antes de esta peli??

Aquí tenéis a Pixar riéndose de los hombres es esta cinta tan machista.

Las críticas sobre el machismo no acaban ahí, hay lecturas verdaderamente disparatadas. He leído que la niña es absolutamente femenina. La niña, ojo, cuya personalidad tiene cinco pilares, uno de ellos el hockey. Next. Que al final el que salva el día es su novio imaginario... esto es tan gilipollesco que no merece ni comentarlo, aunque lo vaya a hacer. Hemos quedado en que habéis visto la peli, ¿no? El novio imaginario es ese objeto sin personalidad (más allá del "moriría por Riley") que Alegría usa, literalmente, como escalera / pértiga. Mira, no, eso no es machismo. Machismo sería que fuera una novia imaginaria y la utilizaran como objeto, en todo caso. Supongo que el que quiera ver machismo lo verá hasta en el color de los personajes, pero la realidad es que es una película con protagonismo exclusivo de personajes potentes femeninos, y no son precisamente mujeres florero (si acaso sí lo es la madre, pero no sabemos suficiente de ella como para estar seguros), sino que son heroínas, cada una en lo suyo.

Hay una escena preciosa en la que la madre le agradece a Riley el haber estado positiva todo el día, que eso les estaba permitiendo a su padre (que tiene mucho lío en el trabajo nuevo) y a ella estar bien, cuando todo estaba siendo complicado. Que de verdad que puedo entender la crítica, si me esfuerzo: puede parecer que le están diciendo a la niña que su rol, por ser mujer, es ayudar a que la vida de su padre, que tiene cosas más importantes que hacer, sea más fácil. Lo que pasa es que hacer esa lectura es una maldita necedad. Lo que le están diciendo a la niña es que su alegría es contagiosa y que ella, como NIÑA, está haciendo más de lo que esperan de ella y más de lo que le pueden pedir. Y la niña lloró y yo también, porque mientras tanto la pobre anda con un conflicto interno de pelotas, en el que todo es asco, miedo, ira y tristeza, pero se esfuerza por añadir malditas bolas amarillas a la estantería... para ella y, sin saberlo, para todos.

Claro, al final la peli nos enseña que esto era mucho pedir, que la niña lo que necesita es llorar, reconocer que no está bien, necesita pedir ayuda y aceptar que en esta vida no pasa nada por estar triste cuando toca, y que muchos recuerdos son de alegría melancólica o de tristeza feliz, que eso existe y es bueno y nos forja. Eh, la peli cuenta esto, con una elocuencia brutal, con una naturalidad pasmosa, con una inteligencia digna de elogio y con una ternura infinita. Si queréis interpretar otras cosas, yo sólo espero que sea porque todo esto os es innato, no porque no os parezca importantísimo.

Los Oscar, en mi modesta opinión

Este año (ya lo hice el pasado, también) he intentado verme todas las pelis con nominaciones a los Oscar. Me parece un criterio tan válido como cualquier otro para elegir cine y da tema de conversación de actualidad. Vaya, que es por postureo. Como tampoco tengo todo el tiempo que me gustaría para ver pelis, priorizo las que más me apetecen o las que más nominaciones acumulan. Y, claro, me faltan todavía un huevo por ver. Pero me apetece hablar de lo que ya he visto, y si no escribo cuando me apetece, no lo hago nunca. Así que aquí tenéis mi análisis (más o menos) rápido, incompleto, parcial y completamente innecesario de los premiados en los Oscar:

Los actores

Empiezo por los actores, para procurar que no se me vean los colores tan pronto (aunque los que me leéis en Twitter posiblemente ya sepáis cómo va a acabar este post). 

No tengo muy claro cuál era mi favorito para Actor Principal, The Imitation Game y American Sniper están entre mis pendientes, con lo que Sherlock y Rocket estaban excluidos de mi quiniela. Batman me gustó mucho en Birdman, y Michael Scott casi consigue que no me acordara de The Office (CASI, las escenas en las que le da por hacer lucha libre, tela), pero quizás el papel más complicado es el del pelirrojo de los Miserables que se parece a Torres, así que por mí bien que se lo llevara él.

Sobre el premio a mejor Actriz Principal, ando un poco perdido, porque sólo he visto The Theory of Everything (mucho rol protagonista masculino en las películas más destacadas de este año, por cierto). Pero la segunda Clarice me parece fenomenal, así que bien también. Sin embargo, no estoy tan conforme con que Patricia Arquette (sí, la llamo por su nombre, que no creo que la referencia de Lila, de Human Nature, sea fácil de pillar) le comiera la merienda como Actriz de Reparto a mi Emma (sí, la llamo por su nombre, que es mi nueva Ellen Page, con permiso de Kate Mara), que está soberbia en cada plano del que dispone en Birdman. Aunque claro, la última escena de Arquette en Boyhood es una auténtica joya. Venga, va, lo acepto, aunque no lo comparto.

Poco lío para el Actor de Reparto. El Juez no la he visto, pero a los otros cuatro sí, y coincido con la Academia. Eh, tengo madera de académico, o qué. La Masa está muy bien haciendo de luchador afable (es lo mejor de Foxcatcher, la verdad); la otra Masa lo borda como egomaníaco con sociopatía medio impostada, y qué decir de mi buen Vincent Freeman, que hace un papel inmaculado (aunque menos destacado que el de los otros, puestos a escoger). Pero es que J. Jonah Jameson es algo así como el 40% de Whiplash, y eso es mucho decir.

Venga, que sí que se dan un aire

Los premios tochos


Pero vamos a lo gordo, y vamos por orden: los guiones. Y es que una peli con unas interpretaciones magistrales, pero un guión de mierda, suele acabar siendo un poco mierda también. Respecto al Guión Original, mi favorita era The Grand Budapest Hotel. No quiero desmerecer a Birdman y Boyhood, pero su fuerte no es exactamente el guión, luego entro un poco a saco con ellas, paciencia. Y Foxcatcher me interesó casi por todo menos por la aburrida historia que cuenta (salvo al final, claro). Nightcrawler no la he visto, ups. En cuanto a Guión Adaptado, para mí era para Whiplash, con permiso de The Theory of Everything que también habría sido digna ganadora, el resto no las he visto, así que me quedo con cara de póker, fingiendo que sé que puedo estar en desacuerdo. 


Muy bien ambas


 De momento, le he dado un Oscar a la de Stephen Hawking, otro a la del plano secuencia, otro a la del hotel y uno más a Julianne Moore, por la que fuera la peli que hizo y dos a la del batería de jazz, que de momento va ganando. Ojo. Pero queda lo más tocho y puede haber sorpresas. Adelanto que, para mí, la mejor peli ha sido también la mejor dirigida, así que repaso ambos premios juntos paseando por orden inverso a mi preferencia por las candidatas. Aquí viene…

Mi Ranking


6 - Empezamos por Foxcatcher. Lo siento, pero no, la peli es un ladrillo. Los personajes, con la notable excepción del de Mark Ruffalo, son muy incómodos. El ritmo de la cinta es muy difícil, no sólo por lento, sino por irregular y difícil de seguir. La historia en sí, carece de interés hasta el final. Y sí, todo está muy bien hecho, todo muy bien interpretado… pero es un ladrillo.

5 - The Theory of Everything ya es otra cosa. No le encontré una pega cuando la acabé, ni tampoco se la encuentro ahora. De esas pelis con las que yo lloro. No es el mayor mérito de la historia, de acuerdo, pero ojo. Sin embargo, se queda aquí abajo (arriba, estrictamente hablando), nadie dijo que esto fuera a ser fácil.

4 - Y es que Whiplash es mejor. Es divertida, intensa, muy concisa en lo que quiere contar, y muy eficaz. Es sorprendente, es eléctrica. Está muy bien, qué coño. Por ponerle un pero, es fácil que ninguno de los dos protagonistas te acaben de caer bien. Es lo que pasa con estos personajes tan intensitos, que no siempre se empatiza con ellos. Pero da igual, porque al final estás totalmente entregado al gran clímax y quieres que pasen cosas y las vives como si ésa fuera tu maldita batería.

3 - Lo que pasa es que The Grand Hotel Budapest es todavía un poquito mejor, para mí. Es una de las películas más originales que he visto en tiempo, su narrativa es impecable y sus personajes tienen ese gancho que te hace empatizar, justo el punto que les falta a los de Whiplash. Es una película más inteligente y divertida de lo que uno se suele encontrar, muy fácil de ver y muy difícil de no disfrutar.

2 - Ya empieza a parecer que voy a estar de acuerdo, again, con los señores de la Academia… Pero no, Birdman se queda aquí. Me dijeron que era aburrida… ¿por qué miente la gente? No, va, claro que puede aburrir, todo en esta vida puede aburrir. Hasta este post puede estar aburriendo a alguien. Pero para mí fue tan fluida como su propio plano secuencia indica. Cuánto se ha hablado este año de los planos secuencias, entre True Detective y ésta… (y HIMYM, qué cojones). Pues yo no quería hacerlo, no quiero poner el foco ahí. A ver, que está muy bonito y muy logrado y a veces te quedas un poco pillado pensando cómo narices lo habrán hecho… pero también es donde la peli hace más trampas (fundidos en negro disimulados, usar un zoom a una pantalla para cambiar a otra pantalla y cosas así) y no es la primera vez que se hace algo así (mi referencia es un capítulo de Psychoville, una serie que no habéis visto, claro, pero según me cuentan, esto ya lo había inventado Hitchcock –el “según me cuentan” que dejó claro que ni puta idea de cine tengo en realidad). No, lo que mola de Birdman, lo que la hace tan destacada, es el desarrollo de los personajes, el de todos todos todos. O el de tres, vaya. Me estoy enrollando mucho y me queda la mejor, así que paro. Pero eso: Birdman mola. Y te deja un poco loco (vaya final, tú), que siempre está bien.

Y mi Emma qué habrá visto en este gilipollas...
1 - Ya, ya sé que ni yo mismo le había dado una estatuilla hasta aquí, pero la mejor peli de este año es Boyhood. Un poco porque sí, porque cuando la ves te quedas embobado. Te quedas pensando que te han liado para querer un poco a una gente que no existe, para ver crecer a un niño que seguro que tiene un poquito de ti mismo, como lo tiene de mí. En Boyhood no pasa prácticamente nada y ahí está gran parte de su magia. Es un proyecto colosal, de una dificultad y paciencia tremendas… ¡y no pasa nada! Lo único que pasa es una vida. Lo “único”, ojo. Una vida relativamente normal, con muchos lugares comunes para que nosotros mismos miremos en nuestros recuerdos. En algún momento de la peli te darás cuenta de que te lo estás creyendo todo como hace siglos que no te creías una película. Pensarás que no es ficción, sino el biopic del propio chaval de la peli, pensarás que actor y personaje son lo mismo, y que además le conoces. Y eso es lo más alto que puede llevarte la magia del cine, ¿no? Además, lloré, claro.

Como si le conociera de toda la vida ya


Otras cositas de las que puedo opinar un poco


Sólo me atrevo a hablar mínimamente de tres premios más, luego hago un último apunte y me voy ya.
A ver, la mejor Película Animada, para mí estaba cantadísimo. Sólo había visto Big Hero 6 y How to Train your Dragon 2. Y la primera es muchísimo mejor, no hay color. Adivinad quién lloró. Que no, va. Que sí, qué coño, sí. Para mí, es de las mejores pelis de animación que he visto desde Up (quizás la mejor), así que no me extrañó que saliera triunfal anoche.

El premio a los mejores Efectos Visuales siempre me hace gracia, porque es donde espero que algún blockbuster desastrosamente malo, tipo Transformers 12, rasque un galardón. Y no suele ser el caso, no. En esta ocasión, mi prefe aquí era Interstellar, pero tengo motivos ocultos que en seguida revelaré para esta preferencia. Esos motivos son los que me hacen pensar que quizás se llevara el premio no porque tuviera mejores efectos especiales que sus contendientes, sino sencillamente porque merecía algo.

En cuanto a la mejor Banda Sonora… A ver. A VER. El 40% de Whiplash es J. K. Simmons, y otro 40% es la música. Esa película es maldita música. ¡Y ni siquiera estaba nominada! Tiene que haber algo que no estoy entendiendo bien aquí…

Ya acabo, ya acabo. Me falta una cosa importante. Ya habéis visto el ranking, mi peli favorita de este año es Boyhood. Pero la segunda no es Birdman. La segunda es una pequeña maravilla épica que ha sido casi completamente ninguneada por la Academia: Interstellar. No, en serio, a ver. Interstellar tiene muchos problemas, es verdad, pero es una puta gozada de principio a fin de todos modos, así de grande es. No voy a enredarme, porque podría y me saldría otro sub-post dentro de éste. Ved Interstellar, pero no para sacar fallos, no. Vedla para llorar de pura emoción (pues claro que lloré, no estoy muerto por dentro, ¿vale?), para dejaros arrastrar por el agujero negro de sentimientos que se esconde detrás de esta nueva odisea en el espacio. Hay que ver las metáforas cutres que me salen a veces…

Ojo, que lloro otra vez

Y ya está. Para todo lo demás, no tengo criterio. Y quizás tampoco lo tenga para nada de lo que he dicho hasta aquí.

Diez meses de Rayuela. Puf.

He tardado diez meses en leer Rayuela. Diez meses es una especie de récord. He tardado tanto porque me ha parecido un libro más bien malo. Esto es una opinión, no digo que sea malo, digo que me lo ha parecido. Y lo digo así para evitar la expresión "truño infumable", que queda muy fea escrita.

Cuando le contaba a la gente que estaba leyendo Rayuela desde hace equis meses y que no me estaba gustando nada y que estaba arrancándome de cuajo el gran amor que tengo por la lectura, me decían que por qué no lo dejaba. Supongo que en una pequeña parte era porque esperaba que al final tuviera un algo que diera sentido al conjunto. Pero principalmente era porque necesitaba conocer completamente lo que me estaba pareciendo el libro más sobrevalorado e insultante que he leído jamás.

O porque estoy en esa etapa de la vida de uno en la que no quiere dejar cosas a medias. En la que todo tiene un aspecto de cierta armonía que podría quebrarse con la aparición de un agente discordante. O de unos acordes en cadencia rota. Y no quiero que se quiebre mi cierta armonía.

Pero no he venido aquí a hablar de mí, sino del libro. Rayuela. Su mera concepción, aunque vestida de juego, es arrogante y, en parte, mentirosa. En otra parte es muy sincera: ya se presenta explicando con claridad que es enrevesado. Absurda, innecesaria y estúpidamente enrevesado. Sólo en forma, la trama no lo es, y el fondo es discutible. Rayuela se puede leer en orden o salteado. Esto suena a que el orden de lectura de las partes del libro hace que cambie la historia que cuenta, y parece una idea fascinante: las mismas palabras, las mismas escenas, reordenadas, cuentan algo distinto... una maniobra que pone en relevancia la importancia del contexto, una artimaña narrativa de aparente gran habilidad, blablabla. No, no os liéis, no va de eso. La realidad es que puedes leer los capítulos del 1 al 56 por orden, o puedes leer esos mismos capítulos por ese mismo orden, intercalando entre medias otros muchos capítulos (que ya podréis imaginar cuánto aportan a la historia), y esos capítulos prescindibles son los que siguen un orden salteado.

Los defensores de Rayuela señalan que no se trata de una novela, que no cuenta una historia, sino que es ¿qué? impresionismo literario o algo así. Un devenir mental de su protagonista, a través del que (interpreto yo) podemos empatizar con él y alcanzar a sentirnos como él se siente. También se valora cómo sitúa al lector como protagonista, como sujeto activo en la historia. Esto es bárbaro, ya que, desde mi punto de vista, el lector es constantemente despreciado durante la lectura de Rayuela, luego entro en esto.

Es cierto que el libro tiene momentos de gran belleza, en los que se llega a una comunión inusual con la historia y sus personajes, pero son anecdóticos frente a una amalgama de sinsentidos pretenciosos, discursos confusos y referencias inexplicadas.

Entre las faltas más llamativas de esta, digamos, peculiar novela, destaca el nulo desarrollo de la gran mayoría de los personajes. Sólo somos capaces de conocer al protagonista, Oliveira, y, en mucha menor medida, a Traveler (no en vano, la segunda parte del libro, dónde éste aparece, es muy superior a la primera). El resto bien podrían ser el mismo. Salvo la Maga y Talita, claro, dada su relevancia argumental, porque lo que es su desarrollo también es muy limitado, son personajes planos que se utilizan como objeto, más que sujeto. Concretamente, el desarrollo del personaje de la Maga es torpe y muy forzado. Nos tienen que recordar explícitamente que la Maga es medio tonta comparado con todo el grupo de culturetas insoportables con los que van, porque si no nos lo recuerdan no seríamos capaces de darnos cuenta, ya que habla poco más o menos como ellos de los mismos temas que ellos (sí, hace preguntas, eso es verdad). ¿Y de qué hablan? Durante páginas y páginas pueden hablar de un montón de músicos de los cuáles no conocerás a nadie, en conversaciones que quizás son interesantísimas. Para otra gente que no son yo. Y que no aportan nada. Y que no es posible seguir. No. Es. Posible.

Y éste es para mí el principal GRAN problema del libro: a menudo no se puede seguir. Y eso es insultante. Escribir algo en lo que se alardea (porque se alardea implícitamente, si queréis os cuento luego con cuánta torpeza se hace) de implicar al lector, después te meten conversaciones que el lector no puede seguir. O fragmentos en un idioma que quizás el lector no conoce. Inglés, francés, latín. Sin traducción, como diciendo "si no sabes francés, ¿qué mierda haces leyendo mi libro, inculto?". Si sumamos a esto los momentos de filosofía de barra de bar en los que uno sólo saca en claro que cada personaje es más pedante, intensito y gilipollas que el anterior, nos queda una estampa de exclusión excelente, una fiesta privada a la que el lector no está invitado. Ni quiere estarlo, qué coño.

Podría seguir, pero ya me he cansado. Rayuela será impresionismo, será arte, será todo lo que queráis... pero también es pretencioso, insultante, de construcción ajena al lector, enrevesado en su forma y aburrido (aunque eso es lo de menos). En mi opinión todo.

Y, eh, que será que no lo he entendido porque soy lerdo, o porque no he leído otras quinientas cosas, o porque no he escuchado nunca jazz, o porque no leí la edición comentada por una editorial que ha hecho su propia interpretación del libro, o yo qué sé. Pero si eso es así, lo siento, me estáis dando la razón, al menos en una parte: su construcción es ajena al lector, que sigo siendo yo.

Ah, y, hola de nuevo, amados lectores de NSL. No sé cuándo nos volveremos a juntar por aquí, pero ha sido un placer veros hoy.

Ciertas palabras, en cierto orden

But she just won’t understand. She just… No matter how well I explain it, these days she just has this… this…I mean, I truly believe there exists some combination of words. There must exist certain words in a certain, specific order that would explain all of this, but with her I just… I just can’t ever seem to find them.
Walter White, en The Fly (el 3x10 de Breaking Bad)


Y mi traducción, como siempre:
Pero ella simplemente no lo entiende. Simplemente... da igual lo bien que lo explique, estos días ella tan sólo tiene este... esta.... lo que quiero decir es que de verdad creo que existe una combinación de palabras. Tienen que existir ciertas palabras que, en un cierto orden específico, puedan explicar todo esto, pero con ella... con ella parece que soy incapaz de encontrarlas.

Cosas que hacer en una semana en NYC - West Village y High Line

Nuestra llegada a NYC coincidió con fin de semana y, por tanto, Gon, nuestro inefable anfitrión, nos acompañó en nuestros primeros dos días por allí. Una de las cosas muy muy buenas que tiene hacer turismo con alguien que vive en la ciudad que estás visitando es que no siempre haces cosas estrictamente de turistas. En seguida te cuento nuestro sábado, pero antes...

Sobre el Plano

He pensado que para ubicar un poco las cosas, quizás vaya bien comenzar cada post con un pequeño plano en el que sitúe los sitios de los que voy a hablar, ¿te parece? Así damos perspectiva al asunto. Los estoy montando con Google Maps Engine público, creo que se debería poder ver aquí.

En todo caso, aquí va el plano de hoy:

Click para ver en condiciones

West Village, aquí vivían los de Friends

Siendo honestos, no me ha quedado claro dónde se separan West Village y Greenwich, así que a efectos prácticos, lo vamos a llamar a todo West Village y a correr (así lo he hecho en el plano). El caso es que allí fue donde pasamos la mañana, paseando por calles de edificios bajos y aceras poco transitadas. Al parecer es uno de esos barrios caros caros para vivir en Manhattan, y resulta comprensible. Es casi un remanso de paz en una ubicación envidiable, al lado del Soho y de Whasington Square, y relativamente cerca tanto del Distrito Financiero como de Midtown (en metro, al menos).

Nuestro plan fue, sencillamente, dar un paseo por allí, no sin antes desayunar en condiciones en una cafetería que preparaba brunch. Que llamarlo brunch es una pijada, pero no deja de ser cierto que se preparan ciertos platos que no son los mismos que para el desayuno o la comida / almuerzo, como los huevos benedictinos y esas cosas. Así que... brunch. El sitio en cuestión, por si te quieres pasar, se llama Tartine, se forma algo de cola, ojo.

Tras llenar el buche, nos fuimos a Washington Square, donde pudimos ver músicos callejeros (de gran nivel, por cierto), jugadores amateur de ajedrez y tipos muy cansinos bailando break, además de una concentración de perros salchicha y el rodaje de un anuncio. Quién sabe, quizás ahora mismo estemos saliendo en la televisión estadounidense. Y sin cobrar derechos de imagen. Después continuamos paseando por el barrio, buscando la casa de los de Friends (90 Bedford St). No vivían mal, los cabrones. De ahí, continuamos hasta el pier 45. Por cierto, esta zona debe de ser bastante gay, según nos contó Gon.

Gente tomando el sol en Washington Square

Hilarante

La casa de los de Friends

Meatpacking, Chelsea y el High Line

Después de este paseo, nos habíamos ganado claramente una cerveza, así que fuimos al Biergarten de Meatpacking, que está al lado de donde comienza el High Line, nuestro siguiente objetivo. Una vez más, nos encontramos con una cola interesante, no para entrar en el sitio, ni para pagar las bebidas (se pagan con tickets que se compran antes de ser servido), sino para conseguir la cerveza en sí. El sitio está muy guay, rollo taberna alemana, casi completamente abierto al exterior, debajo del High Line... la cerveza es buena y el ambiente se podría calificar de muy agradable, si no fuera por lo tremendamente lleno que está. Pensamos en hacernos fuertes y bebernos la cerveza mientras hacíamos cola para coger la siguiente, pero descartamos la idea porque todavía había mucho que ver.

Cómo le gusta a la gente beber
El siguiente destino era el High Line, uno de los sitios que más me habían gustado de la ciudad en mi última visita anterior, sin embargo, no lo recordaba tan transitado... Se trata de un parque construido sobre unas vías de tren elevadas que recorren los barrios de Meatpacking y Chelsea. Al parecer, las vías en cuestión se usaban con fines industriales y quedaron abandonadas en 1980 y, en 2009, se abrió al público reconvertido en un parque elevado por encima de la ciudad.

Bajamos del High Line en Chelsea y volvimos en dirección a Meatpacking, parando en Chelsea Market. Creo que ahí lo típico es comer langosta, pero nosotros innovamos y nos comimos unos bagels. El mercado en cuestión es bastante genial, por cierto, se trata de una fábrica reciclada. Sobre todo venden comida, pero también hay alguna tienda de arte y cosas así.

Una calle de Chelsea

Terrazas y cervezas

Se nos acabó la tarde y volvimos a Brooklyn para preparar una pequeña barbacoa en casa de Gon. Esta parte del viaje es más difícil que la puedas copiar tal cual... Nuestro anfitrión vive en el edificio más alto de Brooklyn y no dejamos pasar por alto la posibilidad de cenar y tomar unas copas mientras veíamos anochecer en Manhattan. El rollo de las fiestecillas en "rooftops" se lleva mucho en NYC, por cierto. No sólo los hoteles montan terrazas en el alto de sus edificios, también en los apartamentos residenciales se estila el tema. Eso mola.

Esto veíamos mientras nos hacíamos la cena
Para terminar la noche, nos fuimos hacia las 23:30 a tomar unas cervezas en Williamsburg. Te hablaré más de este barrio en la próxima entrada, baste decir que es muy hipster. No sé si eso basta, en realidad. El primer sitio en el que estuvimos, Union Pool, estaba realmente chulo. Un ambiente de muy buen rollo, mucha gente, pero sin agobiar... no sé, un sitio divertido. Después entramos en otro pub que estaba al lado, Macri Park, porque nos pareció que era mejor que quedarnos en la calle viendo cómo nos quitaban taxis. Este segundo estaba casi vacío, pero también se estaba a gusto. Nos retiramos antes de las 3:00, Gon nos comentó que tampoco había mucha más fiesta por esa zona, quizás hasta las 3:30 o así.

¿Se puede hacer mejor?

Pues quizás. Nuestra comida fue un poco improvisada y, a ver, el bagel estaba rico, pero tendríamos que haber ido a por una langostaza unos pocos metros más adelante. Por lo demás, creo que fue un día muy bien aprovechado. Claro, es fácil acertar cuando te guía alguien que ya conoce bien el sitio.

Sigo en otro rato, o en otro mes, ya sabéis cómo va esto. Que, además, lleva mucho curro.

Cosas que hacer en una semana en NYC - Introducción

Buenas. Voy a escribir de tú a tú, aviso.

El domingo por la mañana aterricé de Nueva York, donde he pasado una semana visitando a un gran amigo en compañía de otro. Y nos hemos marcado un viaje tan molón que me ha parecido buena idea quitar las telarañas al blog y venir a contártelo por aquí, en una especie de guía por fascículos. El título del post es muy descriptivo en ese sentido, ¿no?

Tampoco pretendo decir que nuestro viaje fue perfecto, seguro que hay cosas que hicimos que a ti concretamente te parecen una gilipollez y pasas del rollo. Y ya adelanto que nos dejamos bastantes otras sin hacer. Pero oye, si vas a viajar para allí, siempre va bien leer un poco cómo se lo ha montado otra gente, aprender de sus experiencias y con ellas montarte tu propio plan. Y a mí me apetece contarlo, así que perfecto. En todo caso, además de contar lo que hicimos, también dejaré caer lo que podríamos haber hecho mejor, que alguna cosa fuimos notando por el camino que nos había fallado.

Para no soltar chaquetas muy largas, la idea es contar cada día de nuestro viaje en un post. Aquí es cuando empiezan las apuestas sobre cuándo lo abandonaré... No prometo nada más que intentarlo. Hoy ya me he enrollado un poco, pero todavía me da tiempo a contaros cómo viajamos hasta allí, que no deja de ser bastante práctico si es la primera vez que vas.

New York, there we go

Ojo, que eso ni rima, pero nos vale igual. Volamos con Delta Airlines, haciendo una escala muy corta en Atlanta (yo pillé el billete en lastminute.com y salió bastante bien de precio). Yo iba acojonado, en mis anteriores experiencias volando a EEUU me encontré con colas tremendas en el control de pasaportes, y tener sólo hora y poco para la conexión entre vuelos me parecía garantía suficiente para quedarme en tierra. Va, en tierra no, normalmente cuando pierdes una conexión (siempre que no hayas comprado los dos vuelos por separado) te recolocan en otro vuelo sin problemas. Pero iba acojonado igual.

Vale, pues no pasó nada. Y no sólo porque el avión de Atlanta a NYC se retrasó casi una hora (ojo a eso, porque en mi corta experiencia no parece que fuera un caso aislado), sino porque el control de pasaportes fue rapidísimo. Además, el aeropuerto de Atlanta es muy tocho, pero tiene un tren (sí, sí, un tren) que lo atraviesa parando en las distintas terminales. Está muy bien montado. Total, que si no te duermes en los laureles saliendo del avión y moviéndote por el aeropuerto, en hora y cuarto tienes tiempo para hacer una conexión (supongo que no siempre, si coinciden muchos vuelos en una terminal a la misma hora, imagino que se formarán colas largas en el control de pasaportes).

Otro tema que merece la pena conocer siempre que vuelas a un sitio es cómo se va desde el aeropuerto a la ciudad. Nosotros volamos al JFK, que está en Brooklyn (creo que eso sigue siendo Brooklyn, vaya). Para salir de allí a la ciudad, cogimos un tren que nos llevó a la estación de metro en cosa de 10 minutos. Eso cuesta unos 5$. Allí ya pillas el metro normal, en nuestro caso nos iba genial, porque la línea que pillamos nos dejó directamente en casa de nuestro anfitrión en cosa de 40 minutos (ponle 5-10 minutos más para llegar al sur de Manhattan en la misma línea). Según nos contó un amable puertorriqueño a la vuelta, ir en taxi a menudo lleva más de una hora y es mucho más caro. Pero todo depende de a dónde quieras ir.

Por cierto, hablando de precios, el metro es relativamente caro, a nada que planees hacer tres viajes diarios (nada raro) compensa coger pases por días (varios días), que van con una tarjeta distinta. La tarjeta del tren del aeropuerto y la del metro normal sí son la misma, ambas se sacan en las máquinas que hay allí y cuestan 1$. Son un cartoncito de mierda, no esperes una Oyster.

Por lo demás, el día que llegamos no dio tiempo para mucho. Tomamos una cerveza en la terraza del piso de nuestro excelente anfitrión y fuimos a cenar a un sitio bastante chulo cerca de donde él vivía, Bar Tabac, se llama, un bar con música bastante animado donde puedes cenar un steak con salsa de hongos muy notable.

Lamentablemente no me di cuenta de los reflejos al hacer la foto, estaba un tanto boquiabierto

¿Se puede hacer mejor?

Hombre, se podría haber llegado antes, pero por lo demás... pues no, poco margen de mejora en esta jornada de introducción.

To be continued y tal.